Fuimos con nuestra embarcación, nos la amarraron ellos mismos, nos recibieron super bien. Marta y su marido son calidos, excelentes anfitriones. Para poder ir hay que reservar ya que te esperan con la mesa y tu menú armado.Nosotros fuimos a almorzar pero también tienen el plan para pasar el día con la merienda incluida.El almuerzo incluia 2 empanadas de entrada, bebidas sin alcohol y cerveza libres, asado (exquisito), ensaladas y vegetales asados, y postre.El lugar y la casa es perfecto. Todo decorado con buen gusto, limpio y comodo.Hay que ir!