Soy un canadiense nacido en Argentina por lo que puedo entender las dos caras de la moneda, me encanta esta rama, fui con mi esposa, mis hijos y mi madre argentina, lo primero que brilla es el menú, la variedad es increíble, segundo el precio pero para ser honesto lo que más me asombró fueron los sabores, pedimos calamares fritos como empezamos, estuvo genial, luego una casuela de mariscos, fantástico también, mis hijos tenían el menú infantil, ravioles caseros con crema y salsa de tomate. Definitivamente regresaré a cenar antes de regresar a Buenos Aires.